
Este aparente auge no habría durado mucho tiempo, porque el área central del castro parece haber sido gradualmente abandonada a lo largo del S. II, entrando el poblado en una fase de cierto declive hasta finales del S. III, momento a partir del cual la ocupación parece retomar nuevo vigor, ahora en las plataformas más bajas.
El castro, que tenía una extensión superior a las 20 Ha., cuenta con 2 recintos amurallados. La entrada, en la parte superior del castro, estaba flanqueada por dos torreones,donde se hallaron dos estatuas de guerreros galaicos, ubicados en la actualidad en el Museo Provincial.
El interior del recinto exterior cuenta con diferentes tipos de construcciones: las típicamente castreñas, con estancias circulares y las romanas, con habitaciones de planta cuadrada o rectangular.
Los artefactos desenterrados en el castro incluyeron fragmentos de cerámica que datan de la Edad del Hierro y la ocupación romana, incluyendo ollas,vidrio, Imbrex y tegula ,piedras de molino,monedas y elementos metálicos(incluidos implementos artesanales,defensivos y agrícolas).
Además, había joyas decorativas en peroné de Transmontanan de plata y bronce, además de estatuas y altares de granito (un epígrafe, fragmento dedicado a Júpiter y otro truncado al foculo).
